Cuando llega el momento de elevar o modificar un vehículo con suspensión independiente (IFS), los primeros signos de problemas generalmente se manifiestan en la alineación y el comportamiento de la suspensión delantera. Aunque ajustes menores pueden realizarse mediante los pernos de inclinación más bajos, ¡los elevadores de mayor tamaño requieren soluciones más avanzadas!
Otro desafío común surge cuando se instala un amortiguador de recorrido más extenso o un paquete de resortes que permite un mayor desplazamiento: los brazos de control superiores pueden entrar en contacto con el chasis o los resortes. Un ángulo más pronunciado en el brazo de control superior desplaza el nudillo de dirección hacia el interior, aumentando la angularidad de las articulaciones esféricas y, en ocasiones, maximizando su recorrido.
Con una altura de suspensión elevada, la rótula superior de fábrica se ve forzada a trabajar en un ángulo extremo, y los neumáticos más anchos pueden no tener el espacio suficiente para evitar el roce con los brazos de control superiores de fábrica. Una rótula OEM sobrecargada también corre el riesgo de separarse o romperse, lo que puede resultar en una falla catastrófica de la suspensión, la dirección y el eje CV. La solución preferida consiste en reemplazar el brazo de fábrica con un nuevo diseño de brazo superior que permita un mayor espacio libre para las bobinas posventa más gruesas o pesadas que suelen ser necesarias para elevar el vehículo.
Este brazo de control superior, equipado con una junta esférica y casquillos de alta calidad, está diseñado para corregir los ángulos de alineación mientras mantiene la calidad de manejo original. Los diseños de acero fundido ofrecen la resistencia y durabilidad necesarias para hacer frente a los entornos más exigentes.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.